En las últimas jornadas, numerosos vecinos de la ciudad termal han expresado su profundo malestar por el accionar de los inspectores municipales en conjunto con las fuerzas de seguridad provincial a la hora de avanzar en el control de la documentación que permita acreditar la titularidad de los rodados. Se observa una creciente y genuina preocupación en gran parte de la ciudadanía por la presencia de estos operativos sorpresa de parte de las autoridades que solo buscan amedrentar y generar estupor en un sector principalmente compuesto por trabajadores de escasos recursos.
Si bien es cierto que gran parte de la delincuencia se moviliza en motocicletas para cometer sus fechorías con el consiguiente impacto en la vida y la seguridad de las personas, no es conveniente generalizar y pensar que solo atacando la cuestión del control moto vehicular podremos terminar con el desquicio del tránsito en Presidencia Roque Sáenz Peña. Creemos que la problemática del tránsito y el ordenamiento urbano responde a una multiplicidad de factores que exigen de parte de las autoridades un enfoque holístico, integral y sistémico. No es suficiente avanzar en la exacerbación del poder punitivo con ansias meramente recaudatorias para intentar transmitir una imagen de orden y seguridad ciudadana.
Existen numerosos testimonios de vecinos que son protagonistas de una verdadera odisea al tener que asistir a sus lugares de trabajo con el temor de perder su medio de movilidad debido a estos controles excesivos que solo parecen estar dirigidos a los sectores de bajos recursos. Quizás sea el momento de adoptar otro enfoque a la hora del control de la documentación. Proporcionar una mirada que permita propiciar espacios de concientización acompañadas de una profunda campaña en los medios de comunicación instando a los titulares de motocicletas a regularizar en un periodo de tiempo prudente y determinado toda la documentación relativa a la titularidad del mismo para luego avanzar sin contemplaciones con todo el peso de la ley.
Es conveniente recordar que la ciudad termal tiene un problema central con los denominados “wileros” , quienes circulan por las calles céntricas de manera temeraria y generando terror en la mayoría de la población. Está problemática existe y es real. En este sentido hemos visto trabajo a las autoridades municipales trabajar en el camino indicado para terminar con las tropelías de estos forajidos sociales. Sin embargo, se deben diferenciar claramente a estos grupos inescrupulosos de la gente de bien que asiste cotidianamente a sus trabajos.
Se han escuchado varios testimonios respecto al accionar sorpresivo del personal de tránsito y de las fuerzas de seguridad provinciales a la salida de reconocidos boliches bailables , cortando la circulación y bloqueando la salida de todos aquellos que circulaban en motocicletas para proceder al secuestro de las mismas, generándose situaciones de tensión que involucraron episodios de violencia debido a la resistencia de parte de las personas involucradas. Estos operativos, dignos de escenas del Far West hollywoodense solo generarán mayor resistencia y enojo de parte de la población.
Una enorme porción de los trabajadores siente que existe una persecución sobre ellos mientras se observan en otros sectores notorios incrementos del descontrol y constantes robos y hechos delictivos que parecen no tener la misma respuesta de parte de las autoridades. Para apaciguar estos sentimientos de frustración debemos tener reglar claras y precisas en donde el respeto irrestricto al Estado de Derecho y al ordenamiento jurídico vigente sea respetado plenamente.
A pesar de los enormes avances que ha representado la puesta en ejecución del Centro de Monitoreo para detectar delitos y ataques a la propiedad, aún existen muchas problemáticas relacionadas con la movilidad urbana sostenible que deben ser abordadas de manera urgente. Sólo a través del diálogo y la búsqueda de consensos podremos avanzar en la resolución de conflictos para lograr una Sáenz Peña segura, ordenada y sustentable.