En las últimas jornadas, Presidencia Roque Sáenz Peña se encuentra inmersa en un conflicto de larga data que ya lleva mucho tiempo sin resolverse. La problemática del transporte público en la ciudad termal representa una asignatura pendiente que impacta principalmente en los sectores más humildes de la población. Ante la ausencia de las frecuencias y trayectos cotidianos realizados por los colectivos, un sector importante de estudiantes, jubilados y trabajadores de las barriadas más populosas y alejadas del centro de la ciudad se ven impedidos de asistir a sus compromisos laborales, educativos y de asistencia a la salud pública.
Según testimonios provenientes de los delegados de la Unión Tranviarios Automotor(UTA) Sáenz Peña, los choferes se encuentran trabajando por la mitad del sueldo sin recibir respuestas de ninguna naturaleza de parte del Ejecutivo Municipal, perjudicando notoriamente los intereses y derechos de los usuarios, quienes son los más afectados por esta lamentable situación. Desde la gerencia de la empresa, el titular Juan Vilar ha mencionado que los 60 trabajadores y sus familias no tienen recursos para la provisión de gasoil, por lo que la situación de paralización del servicio es consecuencia lógica de la desidia y falta de interés de parte de las autoridades locales.
No podemos dejar de resaltar la enorme trascendencia que posee el servicio urbano de pasajeros para cientos de estudiantes del nivel primario, secundario, terciario y universitario, siendo fuertemente afectados por la ausencia de este servicio esencial. Un modelo de ciudad moderna , agroindustrial y sustentable no puede permitirse esta enorme falencia que repercute en los niveles de conectividad, crecimiento e igualdad que deben caracterizar a las futuras sociedades del conocimiento y la integración urbana.
La gravedad de la situación es de tal magnitud que los choferes decidieron apostar sus unidades alrededor de la Plaza San Martín para manifestar su disconformidad ante la falta de respuestas en el ajuste del boleto del colectivo. Esta protesta, aunque pacífica y conciliatoria,no ha logrado generar ninguna respuesta de parte del municipio saenzpeñense , ni del Intendente Bruno Cipolini.
También es preciso destacar que en la ciudad termal existe una única firma de transporte urbano, la empresa San Roque SRL. Situación que demuestra claramente la necesidad de avanzar en una licitación pública para la presentación de oferentes de diversos grupos empresarios o la realización de gestiones necesarias para que el municipio pueda asumir la provisión plena del transporte urbano de pasajeros a través de la adquisición y utilización de minibuses similares a los existentes en localidades como Rafaela, que presentan una experiencia exitosa en su utilización . Los mismos deberán adaptarse a las necesidades económicas de la población respetando el medio ambiente y la movilidad urbana sostenible.
Sin embargo, la postura adoptada por el municipio, lejos de apaciguar el conflicto , sólo ha logrado exacerbarlo a través de intimaciones legales hacia la empresa para que avancen en el restablecimiento de la totalidad del servicio, con una clara advertencia que indica la proximidad de la finalización del contrato de concesión del mismo a favor de dicha empresa. Esta tendencia persistente hacia la confrontación parece ser una marca registrada en todos los niveles de gobierno. Lejos de apoyar iniciativas que permitan confluir en la búsqueda de soluciones para los trabajadores y para los usuarios del transporte público, desde diversas instancias municipales se insiste en la demonización de las organizaciones sindicales como única alternativa para imponer su visión del conflicto.
El gerente Juan Vilar insiste en la necesidad de una compensación tarifaria al municipio que tenga en cuenta el costo real , ya que con la actual recaudación no se alcanza a cubrir el 30% de la circulación de los colectivos en la calle, repercutiendo en la disminución de circulación de coches en la vía pública. Esta discusión eterna y acuciante al parecer está lejos de resolverse.
También es imprescindible recordar que con la asunción de la actual administración nacional se han realizado recortes y ajustes salvajes que ha impactado de manera contundente en las arcas provinciales y en los ingresos de los trabajadores. La búsqueda del equilibrio macroeconómico y la obsesión por el superávit fiscal han implicado en la práctica un saqueo a las arcas del estado y la abrupta interrupción de las transferencias a las provincias. Uno de los ingresos alcanzados por la tan proclamada “motosierra” ha sido el denominado “ Fondo Compensador del Transporte” afectando de esta manera el normal desarrollo del servicio en las localidades del interior de la Argentina profunda.
Es preciso recordar que el “Fondo Compensador del Interior” repartió el año pasado 102 mil millones destinados a cubrir parte del valor del boleto del transporte público de pasajeros en localidades del interior del país. El régimen de compensaciones comenzó en 2007, pero en 2019 se modificó el sistema y se acordó que las provincias debían aportar parte de los subsidios. No debemos olvidar que en la Argentina los subsidios al transporte están dirigidos a la oferta , es decir a las empresas que prestan el servicio , en lugar de la demanda( a través de giros de dinero a usuarios para que paguen la tarifa). Mediante el régimen de compensaciones tarifarias , el Estado le otorga a las empresas del sector una determinada suma de dinero mensual en compensación por la diferencia que existe entre el costo real del servicio y la recaudación por la venta de boletos. Esta situación explica y fortalece los fundamentos y las razones esgrimidas por la empresa de colectivos de Sáenz Peña al solicitar la intervención del municipio .
Existe una tendencia preocupante en los diversos espacios de representatividad política. Se desprecia lo público y se castiga la presencia del Estado, sin reconocer que la ausencia del mismo implica el abandono absoluto de los sectores sociales más humildes que se ven privados de sus derechos en la utilización del transporte público urbano de pasajeros , afrontando al mismo tiempo incrementos exorbitantes en sus tarifas sin poder encontrar representantes que puedan vehiculizar con eficacia sus justas demandas.
En Presidencia Roque Sáenz Peña es imperativo convocar a una mesa de diálogo con todos los actores institucionales involucrados para avanzar rápidamente en la normalización del servicio. No podemos permitirnos ingresar al siglo XXI con tensiones estructurales irresueltas en las que los principales perjudicados son los sectores desprotegidos, ya que el transporte público de pasajeros en la ciudad termal no debe ser un servicio de lujo pura y exclusivamente mercantil , sino un medio de transporte moderno, sustentable , justo y eficiente que permita a todos los saenzpeñenses concurrir a sus lugares de trabajo y formación sin tener que transitar una odisea que implique exclusión, marginalidad y tarifas imposibles de afrontar.